miércoles, 29 de abril de 2009

MONEDA DE EURO (ENTRADA EN VIGOR)

El primer paso en la introducción de la nueva moneda se dio oficialmente el 1 de enero de 1999, cuando dejaron de existir como sistemas independientes las monedas de los once países de la Unión que se acogieron al plan de la moneda única, la denominada :
ZONA EURO: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal.
El 1 de enero de 2001 se incorporó Grecia. Sin embargo, debido al período de fabricación requerido para los nuevos billetes y monedas, las antiguas monedas nacionales, a pesar de haber perdido la cotización oficial en el mercado de divisas, permanecieron como medio de pago hasta el 1 de enero de 2002, cuando fueron reemplazadas por billetes y monedas en euros. Tanto las monedas como los billetes tuvieron un período de coexistencia con las anteriores monedas nacionales hasta que fueron retiradas de la circulación. Este período de coexistencia tuvo diferentes calendarios en los países que adoptaron el euro.
Dinamarca, el Reino Unido y Suecia no han adoptado la moneda única.
Dinamarca rechazó el euro en un referéndum llevado a cabo el 28 de septiembre de 2000, con una participación del 86% y donde el 53,1% de los votantes se manifestaron contra la adopción del euro.
El referéndum sueco del 14 de septiembre de 2003, días después del asesinato de la ministra Anna Lindh, impulsora de la adopción del euro, resultó en poco más del 56% del electorado votando en contra. La cuestión queda así pospuesta al menos cinco años, transcurridos los cuales podrá repetirse el referéndum.

El 1 de enero de 2002, primer día de circulación de la nueva moneda europea, 1 euro se cambió por 0,9038 dólares estadounidenses (USD).
En julio de 2002 el euro sobrepasó la paridad con el dólar en el mercado de divisas por primera vez desde febrero de 2000, y se ha mantenido en esta situación.
El 15 de julio de 2008 el euro alcanzó su valor máximo hasta el momento.

El signo €
EL simbolo €, fue presentado a la Comisión Europea el 12 de diciembre de 1996. Se propusieron 10 propuestas para lo que sería el signo distintivo de esta moneda, pero la Comisión Europea se decantó por el que actualmente conocemos, un diseño creado por un grupo de cuato expertos que montaron un simbolo fusionando la letra griega Epsilon, que es un signo con mucho peso en la cultura europea y se asemeja a la E de Europa, con dos líneas paralelas atravesando la línea vertical detonado la estabilidad del Euro.



El pais del billete
Este número, formado por una letra inicial y 11 dígitos numéricos ofrecen información acerca del pais en el que fué impreso.
Codigo Pais
Z Bélgica
Y Grecia
X Alemánia
(W) Dinamarca
V España
U Francia
T Irlanda
S Italia
(R) Luxemburgo
(Q) No se usa
P Holanda
(O) No se usa
N Austria
M Portugal
L Finlandia
(K) Suiza
(J) Reino Unido


PAGINA SOBRE MÁQUINAS PARA DETECTAR EUROS( POR BANCO DE ESPAÑA)

http://www.securytec.es/?_kk=billetes%20falsos&_kt=e4df1a36-49eb-4c69-a911-4b66d395f80e&gclid=CIP3jNzslZoCFeRM5QodpidiOA


Características de los billetes
Valor facial en euros Tamaño (mm) Color Valor equivalente en pesetas
5 120 x 62 Gris 832
10 127 x 67 Rojo 1.664
20 133 x 72 Azul 3.328
50 140 x 77 Naranja 8.319
100 147 x 82 Verde 16.639
200 153 x 82 Amarillo-castaño 33.277
500 160 x 82 Púrpura 83.193

PAGINA CON LAS FOTOGRAFÍAS DE LOS BILLETES
http://www.estadistica.net/euro/billetes.html

MEDIDAS DE SEGURIDAD ANTIFALSIFICACIÓN


Los billetes de euro tienen incorporadas varias medidas de seguridad para dificultar la falsificación. Estas medidas son de diferentes tipos que pueden detectarse al tacto y a la vista. Los billetes están divididos en dos categorías, billetes pequeños y billetes grandes. Cada categoría incorpora unas medidas de seguridad diferentes. Los billetes pequeños son los de 5, 10 y 20€ mientras que los grandes son los de 50, 100, 200 y 500€.


Medidas detectadas por tacto:
Hay dos características de construcción que se notan al tacto y sirven para determinar si un billete es falso o verdadero. Estas características son propias para todos los billetes.
Papel
El papel que se utiliza para la realización de los billetes de euro es un papel de algodón que le confieren una textura firme y con cartero que le da unas características de resistencia y aspereza al tacto.
Impresión en relieve
El sistema de impresión que se utiliza para la confección de los billetes le da a los mismos un relieve en los temas principales y en los textos. Este relieve es plenamente apreciable al tacto. Los billetes de 200 y 500€ tienen marcas táctiles destinadas a facilitar el reconocimiento de los mismos a las personas con deficiencia en la visión.

Medidas detectadas a la vista
Las medidas que se detectan con la vista son las principales y más variadas. Algunas se detectan a simple vista, otras hay que girar el billete para verlas y otras hay que utilizar una luz ultravioleta para detectarlas.
Entre las medidas que se detectan a simple vista o al trasluz tenemos:
Marca de agua
Las marcas de agua se pueden apreciar al trasluz y se realizan mediante diversos grados de grosor al papel. Si ponemos el billete sobre una superficie oscura, las zonas claras de la marca de agua se oscurecen, esto se ve muy fácilmente en las cifras que marcan el valor del billete realizadas por marca de agua.
Motivo coincidente
En una esquina del billete se aprecian trazos discontinuos en ambas caras, si se pone el billete a contra luz, los trazos de ambas caras forma la cifras del valor del billete.
Hilo de seguridad
Embebido en el interior del papel del que esta hecho el billete hay un pequeño hilo metálico de seguridad. Si se mira al trasluz se puede observar en el mismo, escrito con letra pequeña, el valor del billete y la palabra "euro".
Punteado
Se puede ver al trasluz, en la banda o en el parche holográfico, un punteado que conforman la palabra "euro" y el valor del billete.
Entre las medidas que se detectan girando el billete:
Motivo holográfico
Todos los billetes llevan insertado un motivo holográfico. En los billetes pequeños este motivo es una banda mientras que en los grandes es un parche. Los billetes grandes tienen un parche en el que se representa la cifra de valor del billete y una ventana o puerta que se alternan. Como fondo hay una serie de círculos concéntricos con microtexto que van del centro al borde.
La banda holografía, que incorporan los billetes pequeños, la imagen que representa el holograma va cambiando entre las cifras del volar del billete y el símbolo del euro "€". En los bordes, en letra pequeña se indica el valor del billete.
Banda iridiscente
Los billetes pequeños incorporan una banda iridiscente en su reverso. Esta banda es de color dorado y en ella se muestra el valor del billete.
Tinta que cambia de color
La cifras que indican el valor del billete en el reverso del mismo esta impresa con una tinta que cambia de color dependiendo del ángulo de incidencia de la luz. El color pasa de morado a verde oliva o marrón.
Otras medidas:
Micro texto

En los grandes caracteres gráficos que aparecen en los billetes se puede observar, mirándolo con una lupa, textos nítidos que rellenan el interior de los mismos.
Exposición a la luz ultravioleta
Cuando el billete se expone a la luz ultravioleta se aprecian varios efectos. El papel no resplandece y en él se ven fibras de color rojo, verde y azul que están embebidas en el mismo. La bandera de la Unión Europea se ve resplandeciendo en verde con las estrellas en naranja. La firma del presidente del Banco Central Europeo se ve en verde. En anverso resplandecen las estrellas grandes y los círculos pequeños mientras que en el reverso se ven resplandecer el mapa de Europa y el puente.


martes, 28 de abril de 2009

PROCESO DEL DISEÑO

El consejo Europeo celebrado en Madrid en 1995 bautizó la nueva moneda como EURO.



Como primera tarea, determinaron el número y los valores faciales de los billetes y monedas el INSTITUTO MONETARIO EUROPEO, acordó qeu la moneda de mayor denominación sería la DE 2 EUROS, y el billete de menor denominación DE 5 EUROS.



Llegando al acuerdo de tener 8 monedas /1 cm, 2 cm, 5 cm, 10 cm, 20 cm, 50 cm, 1 €, 2 €).

7 billetes (5€, 10€, 20€, 50€, 100€, 200€, 500€).



Para llegar a un acuerdo sobre el diseño, decidieron que debían de representar al esencia de LA UNIÓN EUROPEA, Y SER CAPACES DE DESPERTAR SENTIMIENTOS DE IDENTIFICACIÓN CON REALIDADES, HISTORIA Y EXPECTATIVAS en más de 300 millones de ciudadanos.



El IME asesorado por espertos, escogió "épocas y estilos de Europa"

DISEÑO DE LOS BILLETES DE EURO

El diseños de las 7 denominaciones de billetes de Euro, son:
5, 10, 20, 50, 100, 200, 500 €.

Están inspirados en el tema común " Épocas y Estilos de Europa", teniendo curso legal en todos los países de la zona Euro.

En el anverso de los billetes de Euro, hay ventanas y puertas que simbolizan el espíritu de apertura y cooperación en Europa.

También aparecen las 12 estrellas de la Unión Europea que representan el dinamismo y la armonía de la Europa contemporánea.

En el reverso aparece un puente característico de cada uno de los 7 períodos arquitectónicos de la historia de Europa, a modo de metáfora de la estrecha cooperación y comunicación de los pueblos Europeos entre sí y con el resto del mundo.

lunes, 27 de abril de 2009

Entrada del Euro

El 31 de diciembre de 1998, se fijan los tipos de cambio irrevocables entre el euro y las monedas de los Estados miembros que van a participar en la tercera fase de la UEM.
El 1 de enero de 1999 nace el euro como moneda y se constituye el Eurosistema, formado por el Banco Central Europeo y todos los bancos centrales de los países de la zona del euro, responsable de definir la política monetaria en la nueva zona del euro.
Se abre así un período de transición que duraría tres años y que finalizaría el 1 de enero de 2002 con la introducción de los billetes y las monedas en euros y la retirada de los billetes y las monedas nacionales.
Durante este periodo de adaptación, el euro existe únicamente como moneda escritural, que se utiliza en los mercados financieros; mientras tanto se adoptan medidas por parte de las administraciones y las empresas, para adaptar su contabilidad, la doble indicación de precios en las etiquetas de los comercios, etc.; todo ello apoyado por un plan de comunicación global dirigido a familiarizar al gran público con los nuevos billetes y monedas que se van a introducir en el sistema.

http://http://www.ecb.int/pub/pdf/other/euroleafletes.pdf

Historia del Banco de España

Breve Historia
La historia del Banco de España empieza hace más de dos siglos. El 2 de junio de 1782 fue fundado, por Real Cédula del Rey Carlos III, el Banco Nacional de San Carlos, primer banco moderno español y antecesor directo del actual Banco de España. Su capital era privado, pero fue establecido bajo la protección real, de donde le viene su nombre.
Su fundación estuvo estrechamente vinculada con el crecimiento de la deuda pública, vinculación que pervivió durante su larga vida y a través de sucesivos cambios. Su primer director y principal inspirador fue Francisco Cabarrús, un banquero francés instalado en Madrid, que dos años antes, en 1780, había ya negociado con la Real Hacienda la emisión y colocación de una nueva forma de deuda pública, los llamados vales reales. Estos vales reales proporcionaban un interés del 4 por 100 y tenían propiedades de papel moneda en operaciones al por mayor y en el pago de impuestos. Uno de los principales objetivos que se asignaron al nuevo banco fue precisamente hacer frente a la depreciación que sufrían los vales reales. Para ello se le autorizó a adquirirlos, cuando se le presentasen a la vista, pudiéndolos pagar en metálico. El Banco de San Carlos tenía capacidad de emitir billetes al portador, aunque no usó de esta facultad más que en cortos períodos. Aunque en los primeros tiempos las operaciones del Banco fueron bien, más tarde las implicaciones de la corona española en una serie continuada de guerras entre 1793 y 1814 llevaron al Banco a una situación de serias dificultades.
A pesar de que el Estado debía al Banco, en 1814, más de 300 millones de reales –lo que equivaldría a 75 millones de pesetas–, la institución permaneció abierta y en funcionamiento, reducida a una nueva labor de descuentos en Madrid y de negociación de letras sobre otras plazas. Los accionistas del Banco Nacional de San Carlos confiaban en que la Real Hacienda devolviera, al menos, una parte de su débito con la institución, cosa que finalmente ocurrió en 1829. El entonces ministro de Hacienda, Luis López Ballesteros, había instituido en la práctica, y de manera definitiva, el sistema de presupuestos anuales de gastos e ingresos públicos. Por ello, precisaba de una entidad financiera que adelantara recursos, a corto plazo, al Gobierno, a fin de salvar los desfases entre salidas y entradas de dinero en el Tesoro. Concibió la idea de dotar al Banco de San Carlos con un fondo de 40 millones de reales. Sus accionistas, entonces, fundaron una nueva institución emisora con el nombre de Banco Español de San Fernando. Este Banco sí usó, aunque con extraordinaria prudencia, la facultad de emitir billetes. Hasta 1844 fue el único banco emisor que hubo en España. En dicho año se crearon otros dos bancos con poder de imprimir y poner en circulación papel moneda. Estos fueron el Banco de Isabel II–también en Madrid, como el de San Fernando– y el Banco de Barcelona. En 1846 fue creado el Banco de Cádiz con la misión de difundir, en dicha ciudad, los billetes del Banco de Isabel II.El Banco de Isabel II apareció como un competidor del Banco Español de San Fernando en la circulación de papel moneda en Madrid. En este campo, la nueva entidad mostró una gran capacidad de iniciativa y de innovación. Desde el punto de vista de la concesión de crédito, ambas instituciones seguían pautas diferentes. El Banco de San Fernando mantenía sus tradicionales vínculos con el Estado. El Banco de Isabel II se dirigió con preferencia a satisfacer la demanda de crédito del sector privado de la economía, en pleno ciclo al alza en las inversiones y en la producción. El error de concentrar riesgos en unos determinados deudores determinó que este Banco –en un momento de crisis financiera, en 1847– corriera el riesgo de suspender pagos
.
El peligro se salvó con la fusión de los Bancos de San Fernando y de Isabel II. La entidad resultante conservó el nombre de Banco Español de San Fernando.
En 1849 fue nombrado director –luego, en 1851, con el título de gobernador– Ramón Santillán, experto en finanzas públicas y antiguo ministro de Hacienda. Santillán afrontó con éxito la difícil labor de sanear el Banco de las rémoras causadas por la fusión con el Banco de Isabel II. A comienzos de la década de 1850 se planteó la necesidad de extender la actividad crediticia y la emisión de billetes a toda la nación, no sólo a Madrid. Por ello Santillán planteó que el Banco de San Fernando –con el nombre de Banco de España– abriera sucursales en las principales ciudades, salvo en Barcelona y Cádiz, que contaban con sus propias instituciones emisoras. Pero, tras la revolución liberal de 1854, se impuso el criterio de permitir la creación de bancos emisores en provincias, con independencia del Banco de España, cuyo nombre quedó finalmente instituido en 1856. A pesar del nuevo y ambicioso título, su acción quedó reducida a Madrid y a las ciudades de Alicante y Valencia, donde abrió sus primeras sucursales. En 20 plazas (Barcelona, Bilbao, Santander, Sevilla, Málaga y otras) hubo bancos que difundían sus propios billetes.
En 1874, a consecuencia de las necesidades financieras del Gobierno comprometido, a la vez, en una guerra civil y en otra colonial, se dispuso, a cambio de un crédito de importancia, la concesión del monopolio de emisión al Banco de España. Los bancos provinciales tuvieron que optar por permanecer como bancos comerciales, sin facultad de imprimir billetes, o por integrarse en el Banco de España en calidad de sucursales. Este fue el origen de la red de agencias que el Banco de España llegó a tener en todo el territorio nacional, que alcanzó la cifra de 55 en 1887 y que, más adelante, aumentaría hasta 70.
La Ley de Ordenación Bancaria, promulgada en 1921, regulaba por primera vez las relaciones entre el Banco de España y la banca privada, intentando al mismo tiempo convertir al banco emisor en un auténtico banco central. Se amplió su capital, se le confió la inspección de la banca privada, se estableció un tipo de interés preferente para las operaciones de redescuento con los otros bancos y se empezó a regular a través del Banco de España la política de tipos de cambio con el exterior.
Precisamente fue en la defensa del tipo de cambio de la peseta en donde se manifestaría una creciente oposición entre el Gobierno y el Banco de España, a lo largo de la década de 1920 y en la siguiente –ya instaurada la Segunda República– hasta 1936. El principal motivo de disconformidad entre el Gobierno y la institución emisora era la capacidad de disponer de las considerables reservas de oro acumuladas por el Banco desde comienzos del siglo XX.Tras la guerra civil de 1936 a 1939 –en la que se utilizaron las mencionadas reservas para la compra de armamento– la política financiera desarrollada por el Gobierno del general Franco se correspondió con la ideología autoritaria de su régimen. La
Ley de Ordenación Bancaria de 1946 (29,0 KB) otorgaba al Gobierno la mayoría de las competencias en política monetaria, haciendo del Banco un mero apéndice del Ministerio de Hacienda. Tras el Plan de Estabilización de 1959, la política económica seguida por el régimen de Franco se hizo menos dirigista, tuvo en consideración los criterios de mercado en mayor medida y llevó a cabo una relativa apertura al exterior. Fruto de ese cambio de rumbo, en el sector financiero, es la Ley de Bases de Ordenación del Crédito y la Banca, de 1962, junto con otras normas complementarias.
http://www.fnmt.es/